AMIGOS DEL ALMA

lunes, 9 de febrero de 2009

UN AMANECER



Jesús mío, tengo unas ganas horribles de irme a dormir, pero hoy me quedaré a estudiar por Ti, mi amor. Por aquella obscura noche de tu agonía en el Huerto, te ofrezco hoy mi pequeña agonía de estudio. Ya está bien que cada cosa te la ofrezca por alguien, esta noche es exclusivamnete tuya. Concédeme, Señor, la perseverancia que necesito para llegar al final. Este es mi último examen y antes de que el curso concluya quiero agradecerte la inmensa ayuda que me has prestado. ¡Gracias, Dios mío! pero qué requetebién te has portado; gracias, yo voy a corresponder en la medida que pueda. Amor que llenas mi existencia. Señor, voy a hacer de tu vida la mía para que ésta no deje un sólo instante de ser tuya, como la de él y la de ellos, todos esos hijos que Julio y yo deseamos tener. Como las vidas de los míos y los no míos que yo en esta noche vengo a ofrecerte en nombre de todos.


Me asomé al balcón y pude sorprender cómo unas nubes a penas perceptibles en la lejanía retiraban, casi en volandas, a la luna, mientras el sol, también entre nubes venía acercándose a la tierra. A medida que aquellas desaparecían aumentaba la visibilidad y con ella el manto obscuro de la noche se transformaba en azul. El cielo comenzaba a vestir su uniforme de Mayo. De pronto, cuando mi imaginación andariega se hallaba lejos del instante actual y mis ojos miraban sin ver, un resplandor magnífico y repentino abrió paso al Sol. ¡Qué grandeza, Señor, la del momento; cómo de grande debes ser Tú que lo has hecho posible.. Mi corazón se doblega ante el Astro para que por él mi adoración llegue hasta Tí. Inepta soy para comprender tu inmensidad, pero creo en ella y la amo. Creo en tu amor y te amo.


Gracias mi Dios, por haber permitido que mi alma se adueñase, al quedarme a estudiar, de este amanecer. Ya puedo entregarme al sueño, no me intimidan las sombras. El sol, desde su trono, ha comenzado a presidir la vida en la tierra.

Escrito en la calle O'Donnell, de Madrid, el 25 de mayo de 1956

5 comentarios:

ARCENDO dijo...

Cada trozito de papel que te encuentras en tu desván y que ahora compartes, ya apuntaba en su momento la gran persona que potencialmente eras entonces, y lo fabulosa (que aun no perfecta) que eres ahora. Esa plenitud, que tú y yo alcanzaremos, será precisamente, como tu indicas al principio por "la perseverancia que necesitamos para llegar al final".
Preciosas enseñanzas. gracias por ayudarme a reflexionar, gracias mil por ayudarme a rezar.
Off topic. La "marina" de la imagen, preciosa, ¿de quien es?..
¿Te he dicho alguna vez que te quiero?
BESOS.

Militos dijo...

Querido Arcendo:
"Sólo mi Padre Celestial es perfecto"
La perseverancia es la fuente de la santidad. Ahora que cuando escribí eso no tenía ni idea de lo que me aguardaba. Por eso ahora vuelvo a subscribirlo.
Sólo Dios puede concedernos la gracia de perseverar. Pídelo para mí y yo lo pediré para tí, querido amigo.

La Marina me encanta y creo que es de Turner, pero no estoy segura. Si lo encuentras dímelo.
Un beso

ARCENDO dijo...

Efectivamente, me sonaba a Turner, es precioso.
Besos perseverante amiga, seguiremos rezando, que es nuestra mejor arma.

Carmen López Iglesias dijo...

Un aplauso para la categoría.
Chapó por vos.
A lo mejor la lección que me diste con tu comentario, allí en mi diario, como te digo en él, sí te la tomo, no las de tus palabras que en la entrada de mi diario destripo sin consideración.
Y a un abrazo sincero, sólo se puede corresponder con otro.

Carmen López Iglesias dijo...

Y no me voy de aquí sin decirte que las palabras preciosas de esta entrada me han recordado en mi infancia, cuando todo me sonaba a un dios parecido a este tuyo, dios que desde entonces no pudo subsistir en mí ni en forma de panteísmo por mucho que me esforzase o mis sueños tirasen de mí hacia ahí.