AMIGOS DEL ALMA

martes, 12 de julio de 2011

TUYA LA HORA




Ya es tiempo, Señor, de unir mi alma a ti,
sin otros aparejos que ella y Tú.
Ya es tiempo de que seas mi Dios en el cielo y en la tierra,
que reines en mi reino de polvo, de vacío...
que reines y te sirva sin levantar la cabeza,
abajada a tu servicio y, en mi entrega,
hacerme, hacerlo todo como parte de tu Cruz y de tu entrega.
Tuya es la Palabra, tuya la hora, tuyo el mandato
para dejar de ser de tierra.