Mano de Dios es tu Hijo, Señor, para mi.
Por Él nos llega todo bien, en la tierra y en el cielo.
El Sol brilla por Él, cuando llueve y cuando nieva...
La Luna vence a las tinieblas por Él.
Por Él, Señor mi corazón permanece fiel.
Él me salvó de los peligros de este mundo,
me trajo a tu presencia.
En su Pasión hija tuya soy,
En su Sangre renací, me bauticé.
Todos en Él somos uno.
El fuego de su amor nos encendió
para nunca morir,
para juntos llegar a tu Reino,
amarte en la tierra y gozarte en el Cielo