AMIGOS DEL ALMA

jueves, 22 de octubre de 2009

EN TU JARDÍN


El día está nublado y yo te busco como cada mañana. Sé que estás aquí, que me ves y que me oyes. No es sólo por la fe, ella me dice que tengo tu mirada constante sobre mi, es que te siento como el niño siente a la madre mientras juega en el jardín de su casa. Sé que estás en mi jardín, que el mundo entero es tu casa y mi casa, que la guardas y la cuidas con amor, que me plantaste en él no sólo para que jugara, sino para que colaborara a cuidarla, a cuidar de las otras plantas que tu mano enraizó en él. Si una planta se seca todo el jardín pierde su armonía, su belleza. Cada una tiene su propia estación para dar sus flores. la mía está terminando, pero la fe que tengo en Ti me dice que volveré a florecer pasada la tormenta, pasado este invierno duro, en la estación de una eterna primavera, en la inmensa pradera del eterno Sol que hace relucir hasta lo más ajado.


Y desconozco por qué hoy te hablo de esto, no era mi intención, únicamente quería darte las gracias, Señor, por tu presencia real en mi vida porque desde siempre, desde niña, me has hecho sentirla de esa manera especial, más allá de la fe. Hoy mi pluma no la he movido yo, mi pluma ha sido tu mano quien la dirigió. Ella obedece, ella es tu instrumento que habla y me habla de lo que Tú quieres decir, no de lo que yo pienso o digo.

¿Por qué hoy has querido hablarme de ese otro jardín eternamente florecido? ¿Por qué, Señor? ¿Será para ahuyentar esa nube que se posó sobre mi? ¿Será para que deje de contar los días, los años? ¿Para que no pese sobre mi débil cuerpo la carga de lo que acontece a mi lado? ¿Será para que echando la vista hacia Allá mi carga se vuelva ligera y suave el yugo?

Habla. Señor, que tu sierva escucha

7 comentarios:

Anónimo dijo...

que la fe nos dé el camino de la verdad y el de la vida, más allá de toda convención y de toda falsía

ARCENDO dijo...

Señor Jesús, Redentor de los hombres, que en tu pasión quisiste soportar nuestros sufrimientos Y aguantar nuestros dolores; hoy te pido por los enfermos, en tiempo de dificultad.
Haz, Señor, que comprendamos la sublime fuerza del dolor cristiano, guardanos siempre la salud del alma, pero si es conveniente, te pedimos que mires también, por la salud de nuestro cuerpo, para que podamos seguir sirviendo en esta tierra, hasta el día que nos llames.
Guía con sabiduría a los médicos y todos los que cuidan de las necesidades de los enfermos. Préstales tu fuerza curativa, para que les sea devuelta la salud y la fortaleza.
A ti recurro, María, Salud de los enfermos, ruega por nosotros a tu Hijo para que permanezcamos fieles y firmes, siempre.

AMEN.

TE QUIERO MUCHO, siento no haberme dado cuenta de tus comentarios, hasta ahora, pero siempre estoy a tu disposición y más en estos momentos de dura prueba.
No estás sola. Estás conmigo.
BESIÑOS.

Fete dijo...

En esta mi primera entrada solo queria decir a voz en grito:

252 AÑOS!!!!
Esta usted guapisima, estupenda, maravillosa y genial de todos modos.

18 nietos!!!
Madre mia ...

Mi mas absoluta admiracion.
Besos desde ARAGON y millones de abrazos, reparta usted despues con quien quiera.

Anónimo dijo...

Hoy más que nunca me hace falta creer. No sé a lo que agarrarme para pasar página de una vez. Gracias, muchacha, por las palabras de aliento que le dedicaste a mi amiga Raquel. Fuiste muy amable. Espero que estés muy bien y sí, Raquel era la chica de la foto, la que aparecía a mi lado. Abrazos. Cuídate.

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Querida Militos:
Ya estoy de vuelta.
Primero de todo, mi agradecimiento por esa bonita oración de Santa Teresita que en tus blogs has publicado el pasado domingo para que en mi ausencia no faltaran.
También mi enorme agradecimiento por el premio que en mi ausencia me has concedido. Hoy mismo lo publico junto a otro que tenía pendiente de nuestro amigo Ángel.
Intentaré ponerme al día en lectura pero se me ha acumulado mucho trabajo bloguero.
¿Julio sigue bien?
Un beso.

Bichita23 dijo...

Militos porque el se manifiesta en el momento que menos los esperamos porque somos instrumentos de eterno amor, y porque cómo hija amada y dilecta te regala esa presencia de la que pocas veces nos damos cuentas pero esta cuando lo más lo necesitamos

Un abrazo fraterno en Jesús

Silvia Giordano dijo...

Él está en cada suspiro nuestro, en cada lágrima, en cada alegría. ël está en cada segundo de nuestra vida y nos dará su mano siempre, aunque pensemos que no la necesitamos.
Gracias por tu visita!
Qué Dios y la Santísima te amparen.
Besos!