AMIGOS DEL ALMA

sábado, 7 de noviembre de 2009

ORACIÓN EN NOVIEMBRE




Señor, me he dado cuenta que casi siempre vengo a Ti con caras largas, a llorarte y hoy, aunque tendría motivos, entre otras cosas más serias porque estamos en Noviembre, me he propuesto hablarte, Señor, de algo agradable, de esas cosas buenas que vienen de Ti y la mayoría de las veces ni nos percatamos de ellas.

Hoy te cuento, Dios de mi vida, que este bebé tan precioso es mi nieto Gonzalo, tiene dos meses y medio y es el último de mis descendientes. ¿Qué te parece; Señor? A mi me tiene loca porque le vi nacer y le tuve cerca durante sus primeros veinte días, pero ahora está en Cádiz y, con todos los acontecimientos que últimamente hemos tenido, no veo cuando me va a llegar la hora de ir a visitarle.

Dios mío, es hermoso ver como la familia crece y crece, es un germen inagotable que plantamos dos y se va multiplicando con el tiempo, tal como Tú dijiste cuando creaste al primer hombre y la primera mujer: "Creced y multiplicaos...". Nuestra operación fue en principio: 2x5= 10, pero de esos 10 han nacido, por ahora, 18. Y tengo que darte gracias porque mis ojos han podido verlos y mis brazos abrazarlos.

Gracias, mi Dios, por la vida que late en cada uno de ellos. Yo te los ofrezco hoy con todo mi amor porque quiero que su corazón sea limpio, que nunca albergue el odio, que sepan amar, que sepan entregarse al prójimo, que aprendan a pasar por el mundo como Tú, haciendo el bien, que te amen, que te reconozcan en el hermano, que no pasen nunca de largo ante el dolor de los demás, que su felicidad nunca haga daño a nadie, que sean felices en la tierra amándote por encima de todas las cosas y amando a los demás por encima de sus propios intereses y deseos. Que dejen la ambición y el poder para los que no saben elevar su corazón por encima de los lodos terrenales.

Dales el Amor, Señor, y que ellos sean capaces de verlo donde Tú se lo brindas, que nunca lo busquen lejos de Ti.

En esta noche larga, de todos los noviembres de la vida, hasta que vayamos llegando a Ti, yo vigilo por ellos, Padre mío, y la Estella Matutina vigila por mi.

PD) Una cosa más, parece que Gonzalito se está volviendo pelirrojo, segun dice su madre, será el único de la familia de ese color. Ha sido una sorpresa, pero está muy guapo y su abuela paterna disfrutará por ello.
¡¡SEÑOR, QUÉ BIEN LO HACES TODO, QUÉ BIEN!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tienes un nieto precioso, que tiene mucha suerte de que tú seas su abuela. Disfruta y cuida de él cuanto puedas. Gracias por tus palabras de aliento y tranquilo, yo no me voy a ir. Hay Alatriste para rato. Un besazo y lo dicho, te agradezco mucho tu apoyo. Cuídate.