AMIGOS DEL ALMA

jueves, 27 de noviembre de 2008

UNA PIZCA

Por fin Señor, hoy la encontré. No vengo esta noche con lloros y mira que el día ha sido gris... Todo lo arregló tu mano. Tu mano que me llevó donde tenía que ir. 'Me encuentro allí tan mía que no entiendo porque no voy siempre, todos los días o cualquier otro día además del que tengo que ir. ¿Te acuerdas antes? Mis antes, Señor, eran tan distintos en todo a los ahora. Pero he decidido no mirar atrás, hoy que ya es mañana estoy aquí y vengo reforzada por esa pizca que encontré allí. Hoy, cuando era aun ayer, lo necesitaba de manera impredecible. Ya me viste, pasé el día dando tumbos, sin saber donde mirar, a que puerta llamar. LLegaste Tú sin hacerte ver y en volandas me colocaste allí, de frente, cerca, sin nadie entre nosotros, ni siquiera la cabeza estaba ocupada. Tú mirándome como hacía mucho no me mirabas, o si quieres, como hacía mucho yo no te veía. No hicieron falta palabras Tú eras Tú y yo empezaba a ser yo.
Con aquel encuentro ya hubiese podido volverme a casa. Pero no, quisiste darme más y entonces llegaron ellas. Todo cambió pero bien, señor, también me gustó verlas, los besos, las preguntas, las respuestas, las miradas encendidas como lámparas de alumbrar. Alumbraban. Estás en ellas, en las palabras con sentido, con interes, con amor que se nota. estás en medio, en cada una, en todas.
Yo lo sabía, sabía que la norma de hoy no podía ser otra: ALEGRÍA. Y la pizca me llegó porque fui, porque Tú me llevaste, porque no puse trabas, o daba igual, me hubieras llevado de todas formas porque esa pizca tenía hoy que llegar a mí por encima de cualquier excusa. Llegó, ahora hay que mantenerla.
¿Sabes, lo que más me gusta?, no empapar esta noche tu túnica con mi llanto.

4 comentarios:

ARCENDO dijo...

El te ha mirado a tus ojos, te está mirando siempre; y sonriendo dice una y otra vez tu nombre; coge su mano y alegrate, este dia y todos los dias de tu vida. Nosotros le damos gracias por haberte conocido.
Gracias por estar ahí. Felicidades y un gran tirón de orejas.
Besos ALEGRES Y CARIÑOSOS.

Anónimo dijo...

también es bueno que haya razones para no llorar

Militos dijo...

Arcendo: de su mano siempre he estado cogida, de lo contrario no hubiera llegado hasta aquí.
Un beso

Militos dijo...

Amor: claro que es bueno, buenísimo tener motivos para no llorar, lo malo es que a veces es difícil verlos.
Beso