A ti, Señor, abro mis ojos
cuando mi corazón se despierta.
A ti el nuevo día
entrego en alabanza.
El sol que entra,
la luz que enciende,
el viento que mueve
las ventanas de mi alma,
me dicen que estás en pie,
conmigo, en esta batalla,
la de la vida, la del camino
que hoy emprendo
como cada mañana.
Abro los ojos y los prendo
en el fuego de tu mirada,
para encender los corazones secos
caldear lo frío de las almas.
No dejes, Señor, nunca de mirarme
alce o no alce, a ti, mi mirada.
4 comentarios:
Querida mia, como siempre preciosa poesia, llena de sentimiento y deseo de luz.
El siempre está con nosotros, NUNCA deja de mirarnos, aunque otros estemos más ocupados que de costumbre, también tratamos de ser reflejo de EL e intentamos, a veces sin conseguirlo, también estar ahí.
Quiero que te sientas acompañada, aunque a veces no esté en tus blogs, porque en la oración, siempre me acuerdo de tí y de los tuyos.
BESIÑOS ACOMPAÑANTES que piden perdón humildemente por las ausencias.
Querido Arcendo, no pidas perdón, sé como andas, aunque a veces la impaciencia haga que no me entere.
Tenerte en este lugar de oración al que muy pocos se acercan me llena de ternura y cariño.
Gracias, hermano Lohengrin, te quiero.
besiños
Querida Militos estoy leyendo tu pos y me encanta el amanecer siempre el comienzo es vivir un día más que Dios te bendiga amiguita tu estaras siempre en mis oraciones y en mi corazón
guidate guapa y hasta siempre
guaaa!! me encanta el blog, siempre encuentro poemas preciosos
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