Señor, en esta soledad, en este silencio,
háblame, Señor, este es mi ruego.
Y
me has hablado, Dios mío, con las palabras de Martín Descalzo:
"Nunca podrás, dolor, acorralarme.
Podrás lanzar mis ojos hacia el llanto,
secar mi lengua, amordazar mi canto,
sajar mi corazón y desguazarme.
Podrás entre las rejas encerrarme,
destruir los castillos que levanto,
ungir todas mis horas con tu espanto.
Pero nunca podrás acobardarme.
Puedo amar en el potro de tortura.
Puedo reir cosido por tus lanzas.
Puedo ver en la oscura noche oscura.
LLego dolor, a donde tú no alcanzas.
Yo decido mi sangre y su espesura.
Yo soy el dueño de mis esperanzas.
José Luís Martín Descalzo
Fue un gran sacerdote y un estupendo escritor.
"Muchos son los llamados y pocos los escogidos", pero yo estoy aquí, Tú verás, Señor, qué haces conmigo.
Militos
4 comentarios:
Y conmigo Señor que estoy aqui igual que Militos dispuesta. Amiga, tenemos que estar como fichas de ajedrez dispuestos cada uno desde su posición a servir a la causa del evangelio.
UN beso guapa.
¡Que hermosa poesía!
Solo eso puedo decir.
Gracias Mili.
Saludos en Jesús y María.
Gracias por evangelizar con tu poesía y con tu blog, da gusto entrar en esta casa. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea. http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
Me fascina este blog!
muy hermoso!
bendiciones
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