AMIGOS DEL ALMA

viernes, 1 de octubre de 2010

UNA CRUZ SENCILLA



Hazme una cruz sencilla,
carpintero... sin añadidos
ni ornamentos
que se vean desnudos
 los maderos, desnudos
y decididamente rectos;
los brazos en abrazo hacia la tierra,
el astil disparándose a los cielos.
Que no haya un solo adorno
que distraiga este gesto;
este equilibrio humano
de los Mandamientos...
sencilla, sencilla...
hazme una cruz sencilla, carpintero

LEÓN  FELIPE

Con cuantos aspavientos cargamos, a veces, los humanos con nuestras cruces, verdaderas o figuradas: ¡Qué cruz, qué cruz...! cuando todo es tan sencillo como el autor, León Felipe, de esta sencilla poesía nos ha dejado escrito. La cruz de cada día se lleva con garbo y alegría, sin buscar nada extraordinario, con ella es suficiente para seguir a Cristo. Él nos dará las fuerzas cuando llegue algo más doloroso y gravoso sobre nuestros débiles hombros.

2 comentarios:

ARCENDO dijo...

Tomemos esa CRUZ sencilla, que es la nuestra, la de cada día, y demosle un BESAZO que es la que nos ha tocado.
BESIÑOS Y BESAZOS A TÍ TAMBIÉN.

Militos dijo...

Gracias Arcendo y ayudándonos unos a otros se hace más llevadero el camino.
Besiños