AMIGOS DEL ALMA

lunes, 12 de abril de 2010

A TU COSTADO


Tú que tienes las llaves de la vida y de la muerte, abre, Señor, mi alma y mi vida toda a ti.


Tenme, Señor, a tu costado,
cobíjame en tu herida,
no quiera ya otra vida
que llenarme de la sangre de tu herida.
Cobíjame, Señor, dame la fuerza
para llenar el hueco de la lanza
con el amor y la esperanza
del mundo que, sin verlo ni sentirlo,
a ciegas hoy camina.


Dame calmar tu fuego y ansia,
llevando hasta tu llaga el alma
de cada cristo doliente y lacerado
que, abandonado a su suerte,
sin saberlo, por ti clama.


Dame, mi Dios y mi Señor,
olvido a mis pesares
para tener a tu costado
el gozo y el dolor herido
de mis hermanos que buscan
y no encuentran
la paz, el amor y la esperanza
que a mi abriste
con tu sagrada herida.

Militos

1 comentario:

Juan Francisco dijo...

Hola militos, una preciosa oración la que le ofreces al Cristo, a ese Cristo crucificado por nosotros. ¡Como te gustaría nuestro Cristo de la Victoria. Un Cristo atípico en cuanto a su forma, ya que no se tiene noticias de que Jesús abrazara la Cruz despues de resucitar y este está abrazándola con su mano izquierda mientras se lleva la derecha a su corazón y pisa con su pie la serpiente y la calavera. Tiene las llagas de los clavos y del costado, pero no es un Cristo Resucitado como se le representa siempre. Sin embargo, eligieron para El el nombre de Cristo de la Victoria. Un abrazo amiga Militos y te deseo una feliz semana.