Señor, ya te escuché.
Fue tu respuesta:
Sí, lo necesito, necesito también
vuestro dolor físico.
Jesús, está bien, pero...
¡enamórame!
como al de la Cruz, a la de Ávila,
como a tantos que dejaron
en el frío suelo sus pisadas.
Enamórame, que yo las vea
que reconozca sus huellas,
las que se hundieron en tus huesos,
las que pidió tu mirada,
las que marcaron tus clavos.
Tus huellas, Señor,
tu mirada...
¡enamórame!
para que sólo Tú seas
y yo no sea nada.
3 comentarios:
El señor, Militos te ha dado sus señales, te ha enamorado. ¿O es que no es darte amor un marido como Julio? ¿Y qué me dices de tus diez hijos y no sé si diecisiete nietos? ¿Y la fe? ¿O es que no es "ser" ocuparse de un batallón como el que tienes? Y todo esto sin contar con la natación que también eso es un calvario.
Un beso, Militos.
Gracias Terly: sé que El me ama, Pero no si yo le amo suficiente para todo eso que dices. Estoy de horas bajas. gracias por animarme con tus villamcicos y tus palabras aquí. Un beso
Querida Militos:
Si todas las personas que aman menos que tú al Señor no van al Cielo, el cielo debe estar casi vacio. TEN LA COMPLETA SEGURIDAD.
Un beso.
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