Hoy no sé rezar, Señor, hoy me arrodillo a tus pies y te contemplo.
No quiero pedir nada, no porque no lo necesite,
no quiero pedir porque sólo deseo estar y mirarte,
que me hablen tus ojos, tu corazón herido, tus manos
que tanto bien hicieron por tierras galileas;
tus benditas manos que siguen hoy ...
por nuestros caminos,
curando toda dolencia y toda enfermedad.
No quiero rezar... Háblame Tú. Señor,